"Si hay una constante en todas las fuentes de yoga, esa es su insistencia en el carácter “secreto” de su enseñanza. El secretismo es la forma de salvaguardar la transmisión íntegra y protegerla de contaminaciones externas. Aunque actualmente el acceso a todo tipo de información es libre, rápido y cómodo, el carácter secreto del yoga sigue estando vigente. Cabe distinguir entre “información”, a la cual se puede acceder de manera casi ilimitada, y “conocimiento”, cuyo acceso está tan restringido hoy como siempre lo ha estado. En la tradición india, el conocimiento es un bien que se merece y conquista, no un derecho que tienen todos los hombres por igual, a modo de como se entiende en el mundo moderno. Tradicionalmente, el acceso a los textos clásicos estaba restringido a iniciados en yoga, principalmente porque su comprensión dependía directamente de su práctica. De esta forma, se evitaban malas lecturas manteniendo la escritura en secreto. Actualmente, casi todo el mundo puede tener acceso a la lectura de estas obras o a alguna de sus traducciones. Sin embargo, de todos los que tendrían acceso a la lectura, verdaderamente muy pocos se interesarán por las obras, y de esos, otros pocos las leerán. De esos escasos lectores, alguno será practicante de yoga. Y de esos practicantes, quizá alguno llegue a comprender su contenido. De esta manera, se puede entender que la restricción de este tipo de textos sigue siendo la misma que cuando fueron redactados por primera vez. La única diferencia es que tradicionalmente se evitaban las lecturas inapropiadas a través del secretismo, y en el mundo moderno, el libre acceso a la información propicia que algunos confundan “información” con “conocimiento”. Más allá de esas distinciones, el conocimiento verdadero sigue estando protegido como siempre lo estuvo." - José A. Offroy Arranz

sábado, 9 de noviembre de 2013

ALAVAKA SUTTA

Esto he oído: en cierta ocasión, el Buda estaba en la residencia de Alavaka, el demonio. Este le dijo:
-Te he de interrogar, monje.Si no me contestas, confundiré tus pensamientos, hendiré tu corazón o te tomaré por los pies y te lanzaré al otro lado del océano.
-Hasta ahora amigo-le respondió el Buda-, nadie en el mundo de los dioses, del los hombres o de los demonios ha podido confundir mis pensamientos, hendir mi corazón o, tomándome por los pies, lanzarme al otro lado del océano. No obstante, pregunta Alavaka lo que deseas.


-¿Cuál es la mejor riqueza para el hombre?
-La fe

-¿Qué brinda felicidad?
-La práctica de la doctrina.

-¿Qué sabor supera a los demás?
-Pronunciar la verdad deja el mejor de los sabores en la boca.

-¿Cuál es la mejor de las vidas?
-Aquella que se vive sabiamente.

-¿Cómo se llega a la otra orilla?
-Con ayuda de la fe.

-¿Cómo se cruza el océano?
-Mediante la aplicación al trabajo

-¿Como se subyuga el sufrimiento?
-A través del esfuerzo

-¿Cómo es posible purificarse?
-La sabiduría todo lo purifica

-¿Cómo se obtiene la sabiduría?
-Mediante la atención y el discernimiento. Quién comprende la doctrina adquiere la sabiduría del Nirvana.

-¿Cómo se obtiene a prosperidad?
-Mediante el tacto y el esfuerzo

-¿Cómo se logra la fama?
-Los que dicen la verdad se vuelven famosos

-¿Cómo se conserva la amistad?
-Dándose

-¿Cómo se supera el dolor?
-La fe, la confianza, la virtud y la firmeza, combinadas, vencen toda pena.

EL Buda resumió:
-La verdad, el control, la caridad y la paciencia son los grandes reformadores del hombre. Si buscas algo mejor, pregúntaselo a otros monjes o brahmanes.

-¿Por qué he de preguntarles a otros -replicó Alavaka-, cuando acabo de oír la mejor de las enseñanzas? También he aprendido que toda dádiva da su fruto; por eso, a partir de ahora iré de pueblo en pueblo difundiendo la Doctrina predicada por el Buda, para beneficio de todos los seres.

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