"Si hay una constante en todas las fuentes de yoga, esa es su insistencia en el carácter “secreto” de su enseñanza. El secretismo es la forma de salvaguardar la transmisión íntegra y protegerla de contaminaciones externas. Aunque actualmente el acceso a todo tipo de información es libre, rápido y cómodo, el carácter secreto del yoga sigue estando vigente. Cabe distinguir entre “información”, a la cual se puede acceder de manera casi ilimitada, y “conocimiento”, cuyo acceso está tan restringido hoy como siempre lo ha estado. En la tradición india, el conocimiento es un bien que se merece y conquista, no un derecho que tienen todos los hombres por igual, a modo de como se entiende en el mundo moderno. Tradicionalmente, el acceso a los textos clásicos estaba restringido a iniciados en yoga, principalmente porque su comprensión dependía directamente de su práctica. De esta forma, se evitaban malas lecturas manteniendo la escritura en secreto. Actualmente, casi todo el mundo puede tener acceso a la lectura de estas obras o a alguna de sus traducciones. Sin embargo, de todos los que tendrían acceso a la lectura, verdaderamente muy pocos se interesarán por las obras, y de esos, otros pocos las leerán. De esos escasos lectores, alguno será practicante de yoga. Y de esos practicantes, quizá alguno llegue a comprender su contenido. De esta manera, se puede entender que la restricción de este tipo de textos sigue siendo la misma que cuando fueron redactados por primera vez. La única diferencia es que tradicionalmente se evitaban las lecturas inapropiadas a través del secretismo, y en el mundo moderno, el libre acceso a la información propicia que algunos confundan “información” con “conocimiento”. Más allá de esas distinciones, el conocimiento verdadero sigue estando protegido como siempre lo estuvo." - José A. Offroy Arranz

domingo, 17 de agosto de 2014

ENSEÑANZAS DE SWAMI VIVEKANANDA


El alma humana es eterna e inmortal, perfecta e infinita, y la muerte sólo significa un cambio de centro de cuerpo a otro. El presente esta determinado por nuestras acciones pasadas, y el futuro por el presente. El alma evolucionará hacia o revertirá hacia atrás, de nacimiento a nacimiento y de muerte a muerte. Pero hay otra cuestión: ¿Es el hombre una barquichuela en medio de una tempestad, levantada un instante a lo alto de una ola espumosa y al siguiente hundida en el oceánico abismo, zarandeada a merced de las buenas y malas acciones?

¿No hay, pues, esperanza? ¿No hay escapatoria?... este es el grito que surge del fondo del corazón de la desesperación. Estas preguntas llegaron al trono de la gracia, y las palabras de esperanza y consuelo descendieron e inspiraron a un sabio védico, el cual se levanto ante todo el mundo y con voz tonante proclamó las buenas nuevas: "¡Oíd, niños del gozo inmortal, incluso los que residís en las esferas más altas! Yo he encontrado al Antiguo, al que está más allá de toda oscuridad, de todo engaño. Conociéndolo solamente seréis salvado una y otra vez de la muerte."

Esto es lo que los Vedas proclaman y una terrible combinación de leyes inviolables, no una infinita sucesión de causa y efecto, sino que a la cabeza de todas estas leyes, en y a través de cada partícula de materia y fuerza, se alza el Uno "Ha cuyo mandato el viento sopla, el fuego arde, las nubes llueven y la muerte acecha la tierra".

"Tú nos das las fuerzas; Tú eres el que soporta la carga del universo; ayúdame pues a soportar la carga de esta vida".

Así cantaron los rishis de los Vedas. ¿Y cómo adorarle? Por el amor. "Ha de ser adorado como un ser muy amado, más querido que todo lo de esta y la próxima vida."

La Vedanta afirma que todo hombre ha de ser tratado, no como se manifiesta, sino por aquello a que aspira. Todo ser humano aspira a lo divino, y por consiguiente cada maestro debe ayudar, no condenando al hombre sino ayudándolo a invocar la divinidad que yace en su interior.

Otra idea especial del Vedanta es que debemos permitir esta infinita variedad en el pensamiento religioso y no intentar que todo el mundo sustente la misma opinión, porque el objetivo es el mismo. Como dice el vedantista en su poético lenguaje: "Igual que tantos ríos, que tiene su fuente en diferentes montañas, descienden tortuosos y rectos hasta llegar al océano (sic.), así los diversos credos y religiones, que han empezado desde diferentes puntos de vista y opiniones, y corren sinuosos o rectos, al final se unen en ti".

Cada ser individual es potencialmente Divino. La meta es manifestar esa Divinidad interior controlando la naturaleza externa e interna. haz esto ya sea por el trabajo, la adoración, el control psíquico o la filosofía, sigue uno, o más, o todos estos senderos y sé libre. Esto es lo que constituye la religión.

Las doctrinas, dogmas, rituales, libros, templos o imágenes son sólo detalles secundarios.

Si van bajo la superficie, encontrarán esa Unidad entre hombre y hombre; entre razas y razas; alto, bajo; rico y pobre; dioses y hombres; hombres y animales. Si van lo suficientemente hondo, todo será visto sólo como variaciones del Uno, y aquél que ha alcanzado este concepto de Unidad no tiene más ilusiones. ¿Qué puede engañarlo? Conoce la realidad de todo, el secreto de todo. ¿Dónde puede haber miseria para él? Ha seguido el rastro de la realidad de todo hasta el Señor, el Centro, la Unidad de todo, que es Eterna Existencia, Eterno Conocimiento, Eterna Dicha.

El mundo está listo para entregar sus secretos si sólo sabemos cómo golpear, cómo darle el golpe necesario. La intensidad y la fuerza del golpe llegan por la concentración. No hay límite para el poder de la mente humana.

El pensamiento es la fuerza propulsora en nosotros. Llena la mente con los más elevados pensamientos, óyelos día tras día, piénsalos mes tras mes. Nunca te importen los fracasos; son naturales. Estos fracasos son la belleza de la vida.

Debe haber meditación. La meditación es lo esencial. ¡Medita! La meditación es lo más grande. Es el mayor acercamiento a la vida espiritual . Es el momento de nuestra vida diaria en el cual no somos materiales, el alma pensando en sí misma, libre de toda materia...ese maravilloso toque del Alma.

Yo conozco a alguien a quien el mundo solía llamar loco, y ésta era su respuesta: Amigos míos, el mundo entero es un asilo de lunáticos, algunos están locos por el amor mundano, otros por el nombre, otros por la fama, otros por el dinero, otros por la salvación e ir al cielo. En este enorme asilo de lunáticos yo también estoy loco, estoy loco por Dios. Tú estás loco, yo también. Pero creo que mi locura es, después de todo, la mejor.

En los tiempos presentes Dios debería ser adorado como Madre, la Energía Infinita. Eso conduciría a la pureza y traería como consecuencia una tremenda energía aquí en América. Tenemos que llegar a ser vedantistas y vivir ese gran pensamiento. En la India esas ideas fueron expuestas por seres como Budha, Shankara y otros, pero las masas no pudieron retenerlas. El nuevo ciclo debe ver a las masa viviendo el Vedanta y eso tendrá que ocurrir mediante la mujer.

Dirijo mi atención al individuo para hacerlo fuerte, para enseñarle que él mismo es Divino, y llamo a los hombres para hacerlos conscientes de esta Divinidad interior. Ese es realmente el ideal, consciente o inconsciente, de toda religión.

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